Censo 2024. Una oportunidad para dar respuesta a los desafíos de una sociedad inclusiva.

Entre marzo y junio de este año, Chile llevará a cabo el Censo de población y vivienda, uno de los procesos más importantes para la toma de decisiones tanto en el sector privado, como para el diseño de políticas públicas, que responde dos preguntas básicas ¿cuántos somos? y ¿qué nos caracteriza?

Este Censo 2024, viene a suplir una deuda, pues debió haberse realizado el año 2022, sin embargo, la pandemia impidió su materialización en ese momento. Hoy, sin embargo y luego de años de preparación, ya estamos en proceso de encuestaje y dentro de las próximas semanas, uno de los más de 24.000 censistas golpeará las puertas de su casa para realizar las preguntas del Censo.

¿Qué cosas nos pregunta el Censo?

El Censo 2024 consta de 50 preguntas, las que se distribuyen en cuatro distintos módulos: datos de la vivienda; datos del hogar; registro de personas del hogar y; datos de las personas.

En esta oportunidad, el Censo presenta novedades muy interesantes, pues se incorporan algunos nuevos temas que anteriormente no habían sido indagados y vuelve a preguntarse sobre otros que habían quedado fuera del Censo abreviado de 2017.

Dentro de estas nuevas temáticas, el Censo incorpora preguntas sobre género, nacionalidad, afrodescendencia, manejo de lenguas originarias y, también, sobre discapacidad. En consecuencia, a partir de este nuevo Censo, como sociedad tendremos la oportunidad de iluminar ciertos ámbitos que muchas veces aparecen invisibilizados y que impiden avanzar a paso firme en la construcción de una sociedad inclusiva, cada vez más democrática y comprometida con la protección de los derechos de las personas.

¿Cómo pregunta sobre la discapacidad el Censo 2024?

En primer lugar, este Censo introduce una precisión específica en el registro de personas del hogar, a través de una pregunta confirmatoria sobre quiénes conforman el hogar, indagando si “¿Hay alguna persona que no haya sido mencionada, como algún recién nacido, niña o niño, persona mayor o persona con discapacidad?”. Esta pregunta es necesaria e importante, pues permite visibilizar a integrantes del hogar que, por diversas razones, muchas veces, de manera consciente o inconsciente, no son considerados o “visibilizados”. En el caso de la discapacidad, todavía parte de nuestra sociedad la entiende desde la prescindencia, modelo que excluye e invisibiliza a las personas con discapacidad. Por tanto, se entiende y valora la incorporación de esta pregunta como estrategia que apunta a contrarrestar este sesgo.

Ahora bien, ¿cómo se hace para indagar específicamente en la discapacidad? En esta oportunidad, se ha tomado como estrategia la incorporación de un set de seis preguntas que “buscan conocer las dificultades que los integrantes de este hogar podrían tener para realizar algunas actividades debido a su estado de salud”. Estas preguntas son las siguientes:

Tiene dificultad para:

  1. ¿Ver, aun usando anteojos o lentes?
  2. ¿Oír, aun usando un dispositivo auditivo?
  3. ¿Caminar o subir escaleras?
  4. ¿Recordar o concentrarse?
  5. ¿Realizar tareas de cuidado personal, como bañarse y vestirse?
  6. ¿Hablar o comunicarse usando su idioma habitual, por ejemplo, entender o ser entendido por otras personas?

Las alternativas de respuesta a este set de preguntas no son dicotómicas (si o no), sino que establecen una serie de opciones que permiten observar de manera más adecuada el continuo que define la discapacidad. De este modo, para cada miembro del hogar se deberá responder, de acuerdo con su propia situación: No, sin dificultad; Sí, algo de dificultad; Sí, mucha dificultad; No, no puede hacerlo.

Resulta necesario examinar si esta batería de preguntas es adecuada para los objetivos que persigue un Censo y la respuesta es que, favorablemente, lo son.

Desde hace casi un cuarto de siglo, el Grupo de Washington sobre Estadísticas de Discapacidad (GW) ha desarrollado un trabajo de promoción y coordinación de la cooperación internacional en el área de estadísticas de salud, centrándose en el desarrollo de mediciones de discapacidad adecuadas para censos y encuestas nacionales[1]. Es en el marco de esta labor que, el año 2001, fue diseñado este set de preguntas, específicamente dirigidas a su aplicación en censos nacionales, con el objetivo de contar con datos útiles y comparables sobre la prevalencia de la discapacidad y la medición de la exclusión.

La prevalencia nos permite cuantificar el número de personas que tiene discapacidad, en otras palabras, conocer cuántas personas con discapacidad hay en Chile. Pero esto se vuelve relevante cuando podemos establecer ciertas relaciones con otros factores, por ejemplo, cuántas personas con discapacidad viven en los sectores rurales o urbanos, cuántas son mujeres u hombres, o si la vivienda que habita se encuentra conectada a la red pública de agua.

A partir de estos cruces de información es que podemos acercarnos a observar ámbitos de exclusión, pues si observamos diferencias que nos indiquen que, al comparar el nivel de estudios alcanzado por el conjunto de las personas con discapacidad y las personas sin discapacidad, se evidencia una diferencia significativa, podemos aseverar entonces que, en el ámbito educacional, existe una desventaja que afecta negativamente a las personas con discapacidad, de la cual la sociedad en su conjunto debe hacerse cargo y que, por tanto, debe guiar la acción del Estado como responsable de “asegurar el derecho a la igualdad de oportunidades de las personas con discapacidad, con el fin de obtener su plena inclusión social, asegurando el disfrute de sus derechos y eliminando cualquier forma de discriminación fundada en la discapacidad”[2].

En conclusión, este nuevo Censo 2024 nos permitirá como país contar con información actualizada, fiable y comparable, para abordar los desafíos que como sociedad tenemos, entre ellos, avanzar progresivamente en la construcción de una sociedad inclusiva, en una enorme cantidad de ámbitos como los que se establecen a partir de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030.

Esto, sin dudas, requiere de un compromiso de todas y todos, abrir las puertas al Censo, contestar fidedignamente las preguntas, comprender que se trata de un ejercicio democrático. Participar del Censo 2024 es un deber, pero también un derecho que ahora recuperamos como país y que nos permitirá mirarnos y proyectar el futuro con mayores certezas.

Felipe Lavanderos Cornejo

Director de Programas y Contenidos

Corporación Gestión y Acción

Para mayor información sobre el Censo 2024 puede visitar la página:


[1] https://www.washingtongroup-disability.com/

[2] Art°1, Ley 20422 Sobre igualdad de oportunidades e inclusión social de personas con discapacidad.

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