Conversamos con el Director Ejecutivo de la Fundación Educacional de Niños Sordos de Rancagua (Fenisor) y ex Director de Senadis de la Región de O’Higgins sobre los desafíos para lograr una inclusión social efectiva y los avances de la Ley 21.015 desde la mirada regional.
El 1 de abril de 2018, comenzó a regir la Ley 21.015, que incentiva la inclusión de personas con discapacidad al mundo del trabajo. Una normativa largamente anhelada por las organizaciones de y para personas en situación de discapacidad para avanzar en igualdad y acceso a oportunidades laborales en las grandes y medianas empresas.
La promulgación de esta ley fue una de los principales logros en materia de discapacidad de la administración pasada y Alejandro Pérez Oportus, como ex Director Regional de Senadis O’Higgins fue uno de los encargados de difundir esta nueva normativa en la VI Región, donde según el último Estudio Nacional de la Discapacidad, el 23,5% de la población adulta se encuentra en situación de discapacidad
Hoy, como Director Ejecutivo de la Fundación Educacional de Niños Sordos (FENISOR), institución que tiene a su haber la Escuela Especial Crecer, centro educacional que trabaja con niños, niñas y jóvenes sordos durante las mañanas y por las tardes junto a niños y niñas con diagnóstico de Autismo, Espectro Autista, Disfasia y Asperger de la ciudad de Rancagua, continúa trabajando por la inclusión de las personas en situación de discapacidad, dictando charlas y conversatorios en distintas organizaciones e instituciones.
¿Cómo fue el trabajo realizado durante su gestión en el Senadis?
La gestión fue altamente positiva. Hubo aumentos en los trámites para obtener la Credencial de Discapacidad, una importante preocupación en capacitar a organizaciones y fundaciones que trabajan para o con personas en situación de discapacidad, nos enfocamos en enseñar como postular a los fondos que maneja el servicio. Los resultados fueron satisfactorios, ya que el último año hubo más de 60 solicitudes. Además de un importante trabajo territorial y de difusión, donde el servicio recorrió las 33 comunas de la Región de O’Higgins.
Pero, sin duda, el mayor hito fue la Casa de Inclusión que cuenta con oficinas de atención accesibles al público, salas de reuniones y capacitaciones, un Infocentro con computadores y acceso a internet, rincón de juegos para que niños y niñas puedan entretenerse mientras sus padres hacen trámites, una sala de descanso para las personas que se dializan, baños con accesibilidad universal y un elevador que permite el acceso al segundo piso. Todo esto disponible para cuando las personas en situación de discapacidad de la región, requieran acudir hasta las oficinas del Senadis.
¿Cómo ha visto la implementación de la Ley 21.015 en la Región de O’Higgins?
Durante los primeros meses de aplicación de la ley en la Región de O’Higgins comenzamos a trabajar en dos aspectos. El primero en la capacitación y asesoramiento a autoridades regionales y empresas del sector privado de la zona, donde nos enfocamos en generar la comprensión y cumplimiento de la ley. Y el segundo punto fue la colocación laboral, donde como servicio nos encargamos de entregar curriculum a las distintas compañías que nos solicitaban ayuda. Sin embargo, desde marzo del 2018 se generó un estancamiento en materia de inclusión laboral.
¿Cuáles han sido las principales barreras que ha visto en la implementación de la ley en la VI Región?
Existen muchos mitos respecto a la inclusión de personas en situación de discapacidad al mundo laboral, tales como pensar que son sujetos que tienden a enfermarse más y que esto genera un gran ausentismo, cómo se van a relacionar con algún cliente o en el rendimiento que va a tener la compañía, etc. Lo que ha generado que las empresas tengan miedo al cambio organizacional provocando gran resistencia a la implementación efectiva y eficiente de la ley. Pero esto se puede trabajar con capacitación y asesoramiento a las compañías en materia de discapacidad.
Otro conflicto que se podría considerar es que hay empresas que ya contaban con personas en situación de discapacidad lo que genera que sus contratos sean regularizados y de esta forma cumplir con la cuota. En estos casos, existe un vacío en la ley, que permite que las compañías puedan hacer esto. Lo que se genera acá es la regularización de los empleados ya contratados y no contratación de nuevo personal.
También existe una elección entre las discapacidades pues la mayoría de las empresas prefiere una física antes que una psiquiátrica, sensorial, visual o auditiva. A mayor severidad de la discapacidad menor posibilidad de inclusión laboral.
Según datos de la Dirección del Trabajo durante el mes de noviembre, el 3,9% de los contratos han sido registrados bajo la Ley de Inclusión Laboral en la Región de O’Higgins ¿A qué atribuye usted esta realidad ?
Creo que esto se debería a un par de aspectos. El primero en las voluntades de cada empresa. Si hay una que dice que no cree en la inclusión, y quien lo declara son sus cabezas, no se puede esperar seguir avanzando en ella. Además, la mayoría de estas compañías son asistencialistas, ayudan a las personas con discapacidad por lástima o solidaridad, no por considerarlas personas con derechos. Y lo otro son los rubros que declaran las empresas, donde debido a la naturaleza de sus labores no pueden contratar personas en situación de discapacidad, como una maestranza o una minera, sin considerar que pueden contratar personas en cargos administrativos.
¿Cuáles son los principales desafíos en la región para ir avanzando en una mayor inclusión?
El principal desafío debería ser continuar concientizando a las empresas privadas y autoridades regionales en que las personas en situación de discapacidad son sujetos de derechos y no seguir con el asistencialismo que tan impregnando está dentro la sociedad. También el Senadis debería seguir con charlas en las comunas de la región para ayudar en el cambio del pensamiento en la comunidad respecto a la discapacidad. Además, incentivar a que las personas realicen los trámites para sacar la Credencial de Discapacidad.
Otro punto importante, que no solo se debe focalizar en la Región de O’Higgins, es trabajar en el fortalecimiento de las Escuelas Especiales, donde los alumnos obtengan algún tipo de certificación para la inclusión en el mundo laboral. Un documento similar al que se entrega en los Liceos o Colegios Técnicos.