La heterogeneidad del mercado laboral ha resultado en un imperativo para que las empresas adapten sus culturas organizacionales y reconozcan, validen y gestionen la diversidad. Con ello se enriquecen los ambientes de trabajo, generando mayor innovación y contando con distintas visiones, experiencias y formas de ver la realidad que contribuyen al crecimiento sostenible.
En una sociedad cada vez más horizontal, que lucha por derribar prejuicios y estereotipos y donde la ciudadanía demanda cambios legislativos que implementen políticas y prácticas inclusivas en las organizaciones, resulta imperativo que las empresas busquen mecanismos para abordar la Gestión de la Diversidad, incorporando compromisos corporativos de responsabilidad social que reconocen las capacidades y habilidades de las trabajadoras y trabajadores por sobre los estereotipos.
La fuerza laboral es cada vez más heterogénea desde el punto de vista de la etnia, género, generaciones, discapacidad, religión y preferencias sexuales y por tanto más que una cuestión ética y valórica, la Gestión de la Diversidad en las organizaciones es una variable estratégica que contribuye al crecimiento, genera innovación, desarrollo y calidad de vida, mejorando las relaciones laborales, el respeto por los derechos de las personas y la promoción de la igualdad de oportunidades.
Según un informe realizado por The Conference Board “The Business Case for Diversity and Work / Life Issues: Good Practices”, el 83% de la empresa en la Unión Europea dicen que las políticas de Diversidad y Conciliación tienen un impacto positivo en el negocio, ya que esto potencia el cambio cultural; responde a las normativas de anti-discriminación; mejorar el mix de la fuerza laboral; aumenta eficacia empresarial; incrementa oportunidades de mercado; se gana ventaja competitiva en el mercado; el cambio de la fuerza laboral es el reflejo de los clientes, quienes a su vez son el reflejo de sus proveedores; se alinean a los agentes internos y externos, lo que contribuye a los resultados empresariales y realza la imagen corporativa.
Por ello se requiere un real compromiso y un alineamiento transversal dentro de todos los niveles organizacionales para lograr una gestión exitosa, que sea fuente de ventaja competitiva.
La Gestión de la Diversidad contribuye para que las empresas:
- Atraigan, retengan y potencien a personas de perfiles diversos que aportan innovación, nuevos puntos de vista, soluciones creativas, y conocimiento de las diversidades culturales y económicas de los mercados.
- Diseñen un proceso de cambio cultural de la organización para evitar su obsolescencia y mantengan una posición competitiva de liderazgo.
- Creen un clima interno que coincida con la diversidad del entorno externo de la organización.
- Fomenten un clima que optimice la eficacia del proceso empresarial a través de la inclusión de todas sus personas.
- Propicien la innovación a través de mecanismos que dinamicen la interacción entre personas de diferentes culturas, orígenes y competencias.
- Creen y actualicen productos y servicios que atiendan las nuevas necesidades y fidelicen a clientes con perfiles cada vez más diversos.
- Reinventen sistemas y procesos que optimicen los recursos financieros y tecnológicos de la organización.
- Creen una cultura que haga coincidir los valores y preferencias corporativas con las prioridades y necesidades de sus trabajadoras y trabajadores.